Del primer vistazo puede apreciarse el mar, con nubes sobre el horizonte, pero en una segunda lectura y fijándose en detalle, se descubre una ilustración que muestra un personaje, un atlante, disfrutando de una copa de vino. La ilustración se inspira en los orígenes mitológicos de la Atlántida y se nutre de los estilos de la Grecia clásica y los bajorrelieves Toltecas de Mexico, inventando un punto intermedio entre las dos mitologías.